La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser. El humor los consuela de lo que son.
A ninguna mente bien organizada le falta sentido del humor.
El hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no enumera sus alegrías.
El tiempo que pasa uno riendo es tiempo que pasa con los Dioses.
Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías esperando la gran felicidad.
La mitad de la alegría reside en hablar de ella.
Bebed porque sois felices, pero nunca porque seáis desgraciados.
No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices.
El corazón contento es una fiesta perpetua.
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